VIOLENCIA INTRAFAMILIAR ECONOMICA (Rebeca Domínguez)
Se define como toda
acción u omisión que busca controlar o mermar los recursos económicos y
patrimoniales de una persona dentro del ámbito familiar. No se trata solo de la
falta de apoyo económico, sino de un patrón de comportamiento destinado a
generar dependencia y limitar la autonomía de la víctima.
Manifestaciones de la Violencia Económica
Las formas en que se ejerce la violencia económica son
diversas y pueden presentarse de manera aislada o combinada:
- Control
del dinero: Limitar o prohibir el acceso al dinero, incluso si la víctima
trabaja. Incluye la obligación de rendir cuentas detalladas de cada gasto,
la retención de salarios o ingresos, o la negación de dinero para
necesidades básicas.
- Prohibición
de trabajar o estudiar: Impedir que la víctima genere sus propios ingresos
o adquiera formación que le permita independizarse económicamente.
- Administración
forzada del patrimonio: Obligar a la víctima a ceder la administración de
sus bienes, propiedades o cuentas bancarias.
- Deudas
y control de crédito: Generar deudas a nombre de la víctima sin su
consentimiento, dañar su historial crediticio o impedirle acceder a
créditos.
- Amenazas
sobre la manutención: Amenazar con retirar el apoyo económico para la
víctima o los hijos si no cumple las exigencias del agresor.
- Destrucción
o daño de propiedades: Destruir bienes personales o patrimoniales de la
víctima como forma de castigo o control.
- Explotación
laboral: Forzar a la víctima a realizar trabajos no remunerados o a
entregar la totalidad de sus ingresos al agresor.
- Negligencia
económica: No contribuir económicamente al sostenimiento del hogar o de
los hijos cuando se tiene la capacidad y obligación de hacerlo, dejando a
la víctima la carga completa.
Consecuencias de la Violencia Económica
Las repercusiones de la violencia económica son profundas y
multifacéticas:
- Dependencia
y aislamiento: La víctima se ve forzada a depender económicamente del
agresor, lo que dificulta su capacidad para abandonar la relación abusiva.
Esto puede llevar a un aislamiento social, ya que no cuenta con los
recursos para interactuar fuera del hogar.
- Deterioro
de la salud mental: Genera altos niveles de estrés, ansiedad, depresión,
baja autoestima y sentimientos de impotencia. La constante preocupación
por la subsistencia y el control asfixiante deterioran el bienestar
psicológico.
- Empobrecimiento
y exclusión social: La víctima puede perder sus bienes, ingresos y
oportunidades laborales, llevándola a la pobreza y la marginación.
- Obstáculos
para el desarrollo personal y profesional: La imposibilidad de trabajar o
estudiar limita el crecimiento individual y la realización de proyectos de
vida.
- Ciclos
de violencia: La violencia económica a menudo coexiste con otras formas de
violencia (física, psicológica), perpetuando un círculo vicioso de abuso.
- Impacto
en los hijos: Los niños y niñas que crecen en hogares con violencia
económica pueden sufrir privaciones, estrés y ver afectado su desarrollo
emocional y educativo. Aprenden patrones disfuncionales de relación.
Factores Contribuyentes
Diversos factores culturales, sociales y económicos pueden
contribuir a la perpetuación de la violencia económica:
- Roles
de género tradicionales: Expectativas culturales que asignan al hombre el
rol de proveedor principal y a la mujer el de cuidadora del hogar,
limitando su independencia económica.
- Falta
de educación financiera: Desconocimiento sobre la administración del
dinero y los derechos económicos puede hacer a las víctimas más
vulnerables.
- Asimetría
de poder: Desequilibrios de poder dentro de la relación, donde un miembro
domina al otro.
- Impunity
y falta de conciencia: La falta de reconocimiento legal o social de la
violencia económica puede llevar a que los agresores no sean sancionados y
las víctimas no busquen ayuda.
Abordaje y Prevención
Para combatir la violencia intrafamiliar económica, es
fundamental un enfoque multifacético que incluya:
- Legislación
y políticas públicas: Crear y fortalecer leyes que tipifiquen la violencia
económica como delito, y establecer mecanismos de protección y reparación
para las víctimas.
- Educación
y sensibilización: Promover la educación financiera y la conciencia sobre
la igualdad de género desde edades tempranas. Sensibilizar a la sociedad
sobre las manifestaciones y consecuencias de esta forma de violencia.
- Apoyo
a las víctimas: Establecer redes de apoyo, refugios, asistencia legal y
psicológica, y programas de capacitación laboral para empoderar a las
víctimas y facilitar su independencia económica.
- Corresponsabilidad
en el hogar: Fomentar la distribución equitativa de las tareas domésticas
y la responsabilidad económica dentro de las familias.
- Denuncia:
Incentivar a las víctimas y a la sociedad a denunciar los casos de
violencia económica para que los agresores sean sancionados y se rompa el
ciclo de impunidad.
Buen trabajo
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